Drácula

Desde su publicación en el siglo XIX, Drácula, del escritor irlandés Bram Stoker, ha recibido miles de críticas, la mayoría de las cuales la califican de una de las mejores novelas de todos los tiempos y sin duda alguna la que inspira la cultura del vampirismo y el romanticismo más gótico. Sin duda alguna, su ritmo, el formato de diario coral, la ambientación... un conjunto de factores que vibran en tu mente cuando repasas una a una cada palabra, idea, expresión que les acaecen a los protagonistas.
El conde precisa de expandir fonteras, ya que su castillo de Transilvánia y los pueblerinos de los alrededores ya no le es del todo útil. Para eso, contrata a un servicio de abogados que le consigan una mansión vieja y tétrica en Londres. Para acabar de cerrar el trato, el joven Jonathan Harker viaja hasta el corazón del bosque caucásico, donde vivirá no solo una relación con tan peculiar personaje, sino que sufrirá una de las peores pesadillas psicológicas jamás escritas. A partir de este momento empiezan a aparecer personajes, y, de fondo, la lucha entre la luz y la oscuridad, de motivos personales y que misteriosamente mantienen al marjen del público exterior.
No quiero dar detalles más concisos porque la belleza del libro reside en ir deshilando su argumento y descubrir a cada volver de hoja, que es lo que te espera.

Sin duda alguna, una obra maestra. 9,5/10